LA SEGURIDAD EN LA TOPOGRAFÍA

Los topógrafos generalmente intervienen tanto en trabajo de campo como de gabinete. El trabajo de campo consiste en hacer mediciones con diferentes tipos de instrumentos para determinar la ubicación relativa de los puntos, o colocar estacas de acuerdo a las ubicaciones planeadas para guiar las operaciones de edificación y construcción. El trabajo de gabinete comprende la investigación y el análisis de la preparación para los levantamientos, el cálculo y el procesamiento de los datos obtenidos a partir de las mediciones de campo, y la preparación de mapas, planos, cartas, reportes y otros documentos de acuerdo con las especificaciones del cliente. Algunas veces el topógrafo debe trabajar en ambientes hostiles o peligrosos, por lo que es muy importante estar consciente de la necesidad de poner en práctica precauciones de seguridad.

Entre las circunstancias más peligrosas bajo las cuales los topógrafos algunas veces deben trabajar se encuentran los sitios de obra en o cerca de las carreteras o los ferrocarriles, o que cruzan estas instalaciones. Los sitios de obra en las zonas de construcción donde esté operando maquinaria pesada, también son riesgosos, y frecuentemente los peligros aumentan debido a las malas condiciones auditivas provenientes del ruido excesivo, y una mala visibilidad causada por los obstáculos y el polvo, los cuales son creados por la actividad de la construcción. En estas situaciones, siempre que sea posible deberán retirarse los levantamientos de las áreas de peligro mediante una planeación cuidadosa o el uso de líneas paralelas, ambas cosas. Si el trabajo debe hacerse en estas áreas peligrosas, entonces deben seguirse ciertas precauciones de seguridad. En estas situaciones siempre deben usarse chalecos de seguridad de color naranja fluorescente, y pueden amarrarse materiales ondulantes del mismo color al equipo de topografía para hacerlo más visible.

Dependiendo de las circunstancias, pueden ponerse letreros antes de las áreas de trabajo para advertir a los conductores de la presencia de una brigada de topografía que se encuentra más adelante, cosas para desviar el tránsito de las actividades de topografía; así mismo, pueden asignarse portabanderas para advertir a los conductores, ya sea para que aminoren la velocidad o que hagan alto total si es necesario.

Además de los riesgos descritos anteriormente, dependiendo de la ubicación del levantamiento y de la época del año, también pueden encontrarse otros peligros al realizar levantamientos de campo. Estos incluyen problemas relacionados con el estado del tiempo, tales como la exposición prolongada a los rayos solares que pueden causar cáncer de piel, quemaduras por el sol, el golpe de calor, y las quemaduras por el frío.

La topografía abarca un conjunto de técnicas, de las cuales solo algunas son utilizadas para el replanteo en obra. El que estas técnicas sean generalmente sencillas no implica que no se apliquen con el máximo rigor científico, puesto que el resultado influye en gran medida en el posicionamiento de los diversos elementos geométricos proyectados. La experiencia me ha demostrado que los primeros no son siempre tan obvios y, con respecto a los segundos, diremos que son imprescindibles para la formación del topógrafo. Con todo esto pretendo darle una mayor seriedad y profesionalidad a una labor a veces no suficientemente reconocida dentro del sector de la construcción. Otro punto a comentar en esta presentación se refiere a la presencia de contenidos anticuados junto a los más modernos a causa del desarrollo de nuevas tecnologías.

Hay técnicas que pueden estar, y algunas en efecto lo son, obsoletas. Pero su inclusión pretende crear un puente con el pasado que nos permita comprender la evolución de la Topografía de obras. De cualquier modo, no todo lo antiguo es despreciable, puesto que muchas de estas técnicas pueden ser aplicables hoy en casos concretos y, lo que es más importante, un Topógrafo que se precie de serlo, debe tener recursos y conocimientos sobrados para resolver cualquier problema que se le presente, con soluciones rápidas y eficaces, sea con los más modernos aparatos o con los más clásicos y modestos. El futuro de la Topografía está íntimamente unido a las siglas GPS. En la próxima década habrá una auténtica revolución en este campo, y algunas técnicas presentadas como actuales aquí, quedarán obsoletas y pasarán a formar parte del puente ya comentado. Las técnicas GPS, suficientemente probadas y contrastadas, se impondrán el día que sean asequibles a todos los Topógrafos, tanto en economía como en prestaciones. Y este día ya está a la vuelta de la esquina.